Puede que estos cambios físicos te impacten o que por el contrario te parezcan poca cosa, da igual, porque el cambio que puedes lograr tú no lo sabrás hasta que hagas las cosas bien durante el tiempo suficiente. No antes. Podrías conseguir tres veces más, o tres veces menos. Por una sencilla razón:

No todos los cuerpos son iguales, y no todas las personas viven igual.

Así que el que te diga que copiando una rutina de internet o imitando al más fuerte de tu gimnasio puedes llegar a tu límite, te engaña. Aunque eso, ya lo sabes, por eso estás aquí.

Al grano.

¿De qué va mi programa?

Durante tres meses tendrás un plan siempre actualizado de entrenamiento y comida, las respuestas a todas tus dudas y la tranquilidad de saber que estás haciendo las cosas bien.

Si cumples con tu parte, entrenar y comer, verás en el espejo un cuerpo totalmente distinto. Y no hará falta que lo veas tú. Te lo dirá tu pareja, tu familia, en el gimnasio, e incluso en las reuniones de entre amigos con un poco de envidia.

El caso es que se verá y notará que entrenas fuerte.

¿En tres meses tendrás el cuerpo que siempre has querido?

No. En tres meses habrás avanzado muchísimo, pero nos quedará mucho margen por delante.

¿Entonces?

El programa dura tres meses porque es el tiempo justo para ver si tú y yo nos entendemos, y comprobar que hay un compromiso real por tu parte. Una vez se cumpla el plazo, cada uno decidirá si continua o no.

Antes de seguir, te diré lo que cuesta trabajar con mi programa para que tranquilamente sigas leyendo y valorando.

Tres meses de trabajo personalizado conmigo salen a 450 €, con impuestos ya incluidos.

Y ahora, te voy a decir cómo es mi metodología y por qué funciona.